La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición realizó la Encuesta Nacional de Ingesta Dietética, y determinó que el consumo de grasas de la población española es excesivo: se sitúa en un 42%, frente a la recomendación del 20%-35%.
Como sabemos, existen varios tipos de grasas, y también podemos tener un consumo exagerado y no moderado de alguno de los tipos de grasas. En este estudio, se determinó que también es excesiva la ingesta de grasas saturadas y colesterol.
A continuación, voy a dar algunos consejos mediante los cuales podemos conseguir disminuir las grasas saturadas y el colesterol excesivo de nuestra dieta.
- Priorizar el aceite de oliva por encima de otros aceites vegetales, tanto para aliñar como para cocinar. Esto nos liberará de muchas grasas saturadas innecesarias en nuestra dieta.
- Reemplazar los frutos secos fritos, por frutos secos tostados o crudos (sin sal). Esto de nuevo rebajará calorías, y además nos proveerá de todos los nutrientes que tienen los frutos secos, así como sus aceites esenciales.
- Desplazar la mantequilla del desayuno a los fines de semana; para cada día, es mejor el aceite de oliva.
- Probar nuevos rellenos para los bocadillos: apartar el embutido graso por atún, aguacate, hummus, rodajas de tomate y queso fresco, pavo, etc.
- Reservar las carnes más grasas (cordero, algunas partes del cerdo y el vacuno) para ocasiones especiales, y tratar de tomar la carne magra por lo general, esto es, sin grasa visible.
- Priorizar las variedades de queso más tiernas y frescas, y probar las versiones bajas en grasas y sal.
- Si podemos, no estaría mal hornear algunas preparaciones, como croquetas, empanadas o hamburguesas, en lugar de freírlas.
- En caso de excederse con la cantidad de aceite de oliva que se añade a los platos y cocciones, utilizar una botella pequeña donde solo quepa la cantidad diaria que se deba utilizar. De esta manera, aprenderemos a controlar nuestro consumo diario de aceite de oliva.
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